Es originaria del sudeste asiático, donde las primeras referencias datan de finales del s. XIX. La expansión se produjo por las regiones tropicales y subtropicales de Asia, expandiéndose por todas las zonas citrícolas, a excepción de Japón. Posteriormente, se detectó en Brasil y, en 1998 en Florida, alcanzando México en 2009. En el caso del continente africano, esta enfermedad está muy extendida por Sudáfrica.

A continuación, se enumeran los principales síntomas del HLB:

• Hojas:
  • Aparece un moteado amarillento difuso y asimétrico, distribuido irregularmente a ambos lados del nervio central de la hoja.
  • Se produce un engrosamiento y aclaramiento de los nervios.
  • Las primeras hojas infectadas suelen aparecer en la parte superior de la copa del árbol.
• Frutos:
  • Los frutos de los árboles afectados por HLB son deformes, de tamaño reducido, y de piel más gruesa.
  • Internamente se forman semillas abortadas y de color más oscuro.
  • Rinden menos zumo y éste es más ácido y amargo que el de los frutos sanos.

El único método seguro y aceptado oficialmente es mediante la técnica de PCR. Hay métodos visuales que se basan en la sintomatología, sin embargo, no es 100 % seguro.

Puede ser trasmitida mediante injertos o mediante un vector.

Los vectores que trasmiten el HLB son la psila africana Trioza erytreae y la psila asiática, Diaphorina citri.

Síntomas de Trioza erytreae: Las hembras adultas depositan huevos naranjas en los brotes tiernos, donde pocos días después de la aparición de las ninfas, se forman agallas típicas en la parte inferior de la hoja. La alimentación de las ninfas promueve la formación de agallas que parecen globos en el haz de la hoja, y huecos cóncavos en el envés, donde se encuentra la ninfa hasta que completa su desarrollo. Además, estas ninfas se encuentras por filamentos céreos que favorecen el desarrollo de hongos.

Síntomas de Diaphorina citri: Su alimentación hace que las hojas se curven y en caso de infestación masiva, los nuevos brotes pueden lesionarse gravemente o incluso morir.

Además, excretan grandes cantidades de melaza blanca, que a veces se vuelve negra debido a la colonización por hongos.

El HLB no ha llegado a Europa todavía, pero si Trioza erytreae, uno de sus vectores, que se identificó en primer lugar en las Islas Canarias en 2002, alcanzó la Península Ibérica en el año 2014; concretamente, se ha identificado en Galicia y en el norte de Portugal. Actualmente Trioza erytreae se ha expandido por Portugal hasta la Lisboa.

Las consecuencias económicas del HLB son devastadoras debido, principalmente, a la disminución de la producción y de la calidad de la misma debido, bien a la infección de los árboles, bien a su destrucción para eliminar la fuente de bacteria, así como por el aumento del coste en tratamientos químicos para controlar los vectores.

En Asia se han eliminado más de 100 millones de árboles infectados. En San Paulo (Brasil), se han eliminado más de 56 millones de árboles en los últimos 15 años. En Florida (USA), donde los árboles infectados no se eliminan, es dónde se ha registrado el mayor impacto: 10 años después de la primera detección de HLB, el 90 % de la superficie citrícola presentó un 100 % de los árboles infectados, y una caída de la producción de más del 60 %. El impacto económico derivado se ha estimado en 3.900 millones de dólares. Si el HLB llegara a la cuenca mediterránea el impacto sería aún peor, ya que predominan las pequeñas plantaciones dónde la dispersión de la enfermedad sería aún más difícil de controlar.

El HLB es una enfermedad que afecta a todas las variedades de cítricos (comerciales o no), así como a otras plantas de géneros afines, algunas de ellas usadas como ornamentales o como portainjerto.

Actualmente no se cuenta con una cura para el HLB, no obstante se están realizando numerosos estudios en esta línea. Adicionalmente, existen diversos proyectos en los que se emplean enemigos naturales para el control biológico de los vectores, que se espera que logren resultados esperanzadores para el sector citrícola.

1. El primer paso para identificar los vectores transmisores es conocer en detalle las características físicas de los mismos.

• En el caso de Trioza erytreae, este insecto se caracteriza por ser alado, de color marrón en el caso de adultos y verde claro cuando nacen, siendo la característica más distintiva el ángulo de aproximadamente 35º que forman con la superficie cuando se posan en una hoja para alimentarse. Los adultos tienen un tamaño de entre 2 y 4 mm de longitud. Los huevos son anaranjados, cilíndricos, con una punta afilada. Situados en los márgenes de las hojas jóvenes

• En el caso de Diaphorina citri, mientras se alimentan, se posicionan con una inclinación de 45 º sobre la hoja. Se distingue del resto de especies por el patrón de manchas de sus alas anteriores: presentan una banda oscura a lo largo del borde externo y un área blanca en el centro con manchas irregulares. Los huevos se sitúan siempre en brotes tiernos y hojas jóvenes, son ovalados de menos de 0.5 mm de longitud y de color amarillo mate, que vira a naranja conforme maduran. Tardan 2-4 días en eclosionar, apareciendo entonces las ninfas (insectos inmaduros). Éstas son achatadas, pequeñas y de color amarillo-anaranjado, sin manchas, con un par de ojos rojos y antenas de color negro. Inicialmente se mueven lentamente para seleccionar un punto de alimentación, y una vez comienzan a hacerlo, segregan una gran cantidad de melaza blanca. El adulto joven presenta un cuerpo blanquecino, que se vuelve marrón conforme envejece. Las hembras son más grandes (3 x 1 mm) que los machos (2.5 x 0.8 mm).

2. En segundo lugar, es necesario observar con detenimiento cualquier síntoma de cualquiera de los vectores, así como de la propia enfermedad. Para el caso de los vectores, se recomienda el uso de trampas cromáticas y de una lupa, debido al reducido tamaño de los mismos.

En este contexto, y con el objetivo de facilitar la identificación tanto de los vectores como de la enfermedad, en el ámbito del presente proyecto Pre-HLB se está desarrollando una App gratuita.

Si existe la sospecha de haber identificado alguno de los vectores o la enfermedad, deberá ponerlo en conocimiento del organismo de Sanidad Vegetal competente en su zona.

Existen protocolos de detección en frontera para evitar que entre material vegetal infectado por HLB, así como por cualquier otra plaga o enfermedad.